Usando la literatura como una herramienta para el empoderamiento, dos mujeres buscan expandir los di&aacute;logos que rodean experiencias universales.

Existe un poder transgresor en la literatura, uno que envuelve, despierta y fortalece. Nos permite ser parte de una experiencia compartida al sentir una empat&iacute;a inherente con historias ajenas, en donde incluso la soledad se transforma en un sentimiento de pertenencia. Los libros se convierten en herramientas para el autoconocimiento y nuestros autores favoritos en los m&aacute;s grandes maestros. Buscando crear una comunidad de lectores incluyente, que inspirara a mujeres j&oacute;venes a sentirse empoderadas a trav&eacute;s de la literatura, Gemma Janes fund&oacute; Sendbooks, una asociaci&oacute;n cultural que une a artistas, escritores y lectores alrededor del mundo. En diciembre, Casa Bosques invit&oacute; a Janes a curar una instalaci&oacute;n literaria en su librer&iacute;a, la cual inclu&iacute;a una lectura en vivo del nuevo libro de Fernanda Ballesteros, Segunda Virginidad. Cautivados por la pasi&oacute;n compartida de ambas mujeres por incitar nuevos di&aacute;logos, le pedimos a Gemma Janes que entrevistara a Fernanda Ballesteros.

En palabras de Gemma Janes:
Fernanda Ballesteros se present&oacute; conmigo una noche, &laquo;Me interesa tu proyecto&raquo;, dijo. Y a mi ella, su Instagram se inundaba de acuarelas l&uacute;cidas y contundentes, su performance donde contorsionaba su cuerpo, citas de Marguerite Yourcenar y&nbsp;Roland Barthes. Nos sentamos en Chez Prune en el Canal Saint Martin en 2018, acababa de comenzar Sendbooks esa semana y me sent&iacute;a voluble como si en el acto de enviar todos mis libros a extra&ntilde;os hubiera perdido una extremidad. Fernanda se inclin&oacute;, con lo que siguen siendo los ojos m&aacute;s grandes de todos los que he visto, y me dijo de su vuelo que part&iacute;a hacia Tokio y su idea prematura de un libro que escribir&iacute;a cuando llegara all&iacute;, todav&iacute;a no sab&iacute;a de qu&eacute; ser&iacute;a. Yo no sab&iacute;a que ser&iacute;a quien publicar&iacute;a la traducci&oacute;n al ingl&eacute;s de ese libro unos a&ntilde;os despu&eacute;s.
Algo en su habilidad para saltar me inspir&oacute;, o quiz&aacute;s dos personas que est&aacute;n al borde del cambio pueden saltar juntas. Pedimos un pastis, luego un vino y otro mientras afuera llov&iacute;a a c&aacute;ntaros. Desde entonces Fernanda estaba fascinada por los lectores, los escritores y los viajes. Me cont&oacute; sobre una pareja de ancianos que estaba pintando, c&oacute;mo para ellos el acto de leer en voz alta era tan &iacute;ntimo, que se lo guardaban para leerse el uno al otro solamente porque cuando leemos entramos en nuestra imaginaci&oacute;n, una privacidad sagrada, tan sagrada como un acto sexual.
Esto, entre tantos otros pensamientos que ha intercambiado conmigo, le han dado forma a mis &uacute;ltimos a&ntilde;os. Desde nuestro encuentro, nuestros intereses y vidas se han entrelazado inexorablemente. Encontramos ra&iacute;ces nuevamente en Sonora, donde me qued&eacute; accidentalmente atrapada en un viaje por carretera y termin&eacute; en la casa de su familia en Hermosillo durante dos semanas. Ella estaba escribiendo Segunda Virginidad. La valiente y brillante primera novela que recientemente public&oacute; y present&oacute; en Casa Bosques a los o&iacute;dos m&aacute;s atentos.&nbsp;

GEMMA JANES: Fernanda, &iquest;De qu&eacute; manera te ha empoderado personalmente la literatura?
FERNANDA BALLESTEROS: Cualquier conversaci&oacute;n sobre un libro tiene un inicio &iacute;ntimo, penetrante, porque un mismo l&aacute;piz nos dibuj&oacute; ideas en la cabeza. Y &eacute;sa es la brujer&iacute;a que haces en Sendbooks, al mandar el mismo libro a lectores repartidos por el mundo provocas que ciertos temas floten y que aumenten su potencia y el impacto en acciones. Tambi&eacute;n en eventos que organizas, como esta lectura en Casa Bosques. El di&aacute;logo que se dio fue honesto, los temas brotaron naturales, sobre las consecuencias negativas en los hombres de hablar del sexo sin los sentimientos, o sobre el peso del chisme en sociedades peque&ntilde;as sin importar geograf&iacute;a: de quienes est&aacute;bamos, lo hab&iacute;an sentido igual una francesa que creci&oacute; en un pueblo de dos mil habitantes y una hermosillense. Vivir a ratos dentro de otros personajes empodera porque te da una distancia a tu realidad, regresas a ella desapegada, con m&aacute;s perspectivas, nuevas soluciones.
GJ: Fue un momento hermoso el que compartimos. &iquest;C&oacute;mo surgi&oacute; la idea de este libro?
FB: En 2017 pint&eacute; varios retratos en vivo. Mientras me posaban, me contaban de su primera vez. T&uacute; fuiste una de ellas. Tu historia, aunque fuera tan diferente a la de la paquistan&iacute;, o a la del colombiano, igual se un&iacute;an en una sensaci&oacute;n sucia e inc&oacute;moda sin importar or&iacute;genes o creencias. Lo que me atrae del tema de la virginidad es que no solo es p&eacute;rdida de inocencia, tambi&eacute;n la ponen de frontera con lo sagrado. Decid&iacute; concentrarlo todo en un solo personaje para llegar a algo m&aacute;s profundo. Invit&eacute; a Jan para ilustrar la novela porque, para m&iacute;, sus dibujos son sensaciones raras y precisas del cuerpo en momentos de confrontaci&oacute;n contigo misma.

&nbsp;GJ: S&iacute;, no me avisaste mucho sobre el tema de los retratos cuando empezaste a pintar. Pero est&aacute;bamos sentadas una frente a la otra separadas por un caballete y te estaba contando el recuerdo m&aacute;s &iacute;ntimo de un momento en el que no hab&iacute;a pensado mucho. Pero crec&iacute; en una peque&ntilde;a ciudad del Reino Unido, donde todos ten&iacute;an prisa por perder la virginidad. &iquest;Con qu&eacute; desaf&iacute;os te enfrentaste al desarrollar el libro?
FB: No me sent&iacute;a c&oacute;moda con la publicaci&oacute;n de un tema atascado de tab&uacute;s. Me concentr&eacute; entonces en el peso de la incomodidad que me lo imped&iacute;a y met&iacute; el silencio como causa de las torpezas de Isabela.
GJ: &iquest;Qu&eacute; te dio la fuerza para hablar?
FB: Que a m&iacute; me hubiera gustado leerlo a los quince a&ntilde;os.

GJ: &iquest;Qu&eacute; esperas transmitir a las ni&ntilde;as y mujeres que lean Segunda Virginidad?
FB: Hoy le&iacute; esto en la novela de Uxue Alberdi que lo resume bien:&nbsp;
&laquo;-...Me siento en la cuerda floja. Tengo que decidir.
-Entre qu&eacute;.
-Entre la tranquilidad de la sumisi&oacute;n o la confianza hacia mi cuerpo&raquo;.
Que elijan la segunda opci&oacute;n, no importa que est&eacute;n solas o en una relaci&oacute;n.

GJ: &iquest;Te identificas con Isabela, el personaje principal de tu libro?
FB: Quise escribir de lo que m&aacute;s conozco. Por eso eleg&iacute; el contexto donde crec&iacute; y desde un personaje femenino.&nbsp;
GJ:La visi&oacute;n sobre la virginidad y la sexualidad cambian seg&uacute;n la cultura, &iquest;ves un futuro m&aacute;s liberal para la forma en que se perciben estos temas en M&eacute;xico?
FB: S&iacute;, aunque nos falta cambiar desde la ra&iacute;z el sistema educativo, tanto escolar como familiar, para basarlo en la concientizaci&oacute;n a trav&eacute;s del di&aacute;logo, y no en la prohibici&oacute;n o desenfreno.&nbsp;
GJ: S&iacute;, es educaci&oacute;n. Pero tambi&eacute;n la autoeducaci&oacute;n, la curiosidad y capacidad de desafiar los pensamientos predispuestos, y luego encontrar la fuerza para hablar, como lo has hecho. Tambi&eacute;n me gustar&iacute;a comentar sobre la recepci&oacute;n de tu lectura en Casa Bosques, la sala estaba llena de preguntas, asentimientos, risas e incluso desacuerdos a veces. Me gustar&iacute;a agradecer a Casa Bosques por darnos la oportunidad de ser anfitriones en un espacio tan hermoso, abierto y alentador.

La literatura incitando la liberación: Gemma Janes y Fernanda Ballesteros en conversación

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