El crítico y curador Cuauhtémoc Medina presenta su libro Abuso mutuo, compilación de textos alrededor del arte postmexicano.

Bajo el t&iacute;tulo de Abuso mutuo, Cuauht&eacute;moc Medina (Ciudad de M&eacute;xico, 1965) compila algunos &ldquo;ensayos e intervenciones sobre arte postmexicano&rdquo;. En la cafeter&iacute;a de la librer&iacute;a Rosario Castellanos de la Ciudad de M&eacute;xico, Medina se encuentra sentado, vestido con un saco gris y camisa oscura estampada para presentar esta serie de textos que abarcan un periodo de 1992 a 2013. Sin embargo para su autor el volumen &ldquo;no marca etapas, lo veo como una situaci&oacute;n muy org&aacute;nica. De eso tiene culpa el que el proceso de ese periodo es fundamentalmente el mismo: es el de la modernizaci&oacute;n neoliberal brutal y la tarea de ver qu&eacute; clase de cultura correspond&iacute;a a ese periodo&rdquo;. En los textos que aparecen en la compilaci&oacute;n t&eacute;rminos como capitalismo, neoliberalismo o las estructuras de poder se entretejen con los nombres de exposiciones, artistas y obras de arte.

&iquest;C&oacute;mo surge Abuso mutuo?

Este libro existe porque a (los compiladores) Edgar Hern&aacute;ndez y Daniel Montero se les meti&oacute; a la cabeza que era &uacute;til hacer una selecci&oacute;n de mis textos. Originalmente ellos ten&iacute;an el plan de hacer una antolog&iacute;a, pero muy pronto el n&uacute;mero y la variedad del material hizo ver que eso no era razonable: no era pr&aacute;ctico tratar de hacer un solo texto. Arribaron a la idea de que se pod&iacute;an hacer varios libros y, trabajando con la dea de los textos que me pidieron, hicieron una propuesta. Este es un volumen de una serie posible.

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Cuando se le pregunta cu&aacute;l es la diferencia que ve entre los primeros textos y los &uacute;ltimos bromea para decir &ldquo;quiz&aacute;s menos timidez&rdquo;. Lo dice con seguridad. Como lo deja ver el libro, en estas tres d&eacute;cadas Medina ha escrito y ha dicho sobre el arte mexicano, un escenario del cual, sin embargo, se niega a elaborar un panorama, a describir su situaci&oacute;n. No lo ha hecho nunca. &ldquo;No lo quer&iacute;a hacer y me daba asco hacerlo. En parte era un marcador frente a mis predecesores que lo hac&iacute;an con cierta tranquilidad&rdquo;.&nbsp;

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Incluso, el t&iacute;tulo del libro es cuidadoso en ese sentido, al hablar de un arte postmexicano. &ldquo;Es un t&eacute;rmino que emergi&oacute; en los textos de los a&ntilde;os 90 para tratar de explicitar la incomodidad que representaba a los artistas contempor&aacute;neos, y a quienes &eacute;ramos sus compa&ntilde;eros de ruta, escribir representando a M&eacute;xico. En segundo lugar el que ese abuso estuviera acompa&ntilde;ado de la evidencia de que la pol&iacute;tica neoliberal mexicana destru&iacute;a a la naci&oacute;n al mismo tiempo que pretend&iacute;a hacerla funcionar como una mercanc&iacute;a cultural&rdquo;.

&iquest;C&oacute;mo puede un curador hablar de lo que ocurre en M&eacute;xico sin describir la situaci&oacute;n del arte mexicano? 

Estudi&eacute; Historia de a de v&eacute;ras, como siempre digo. Aprend&iacute; a escribir sobre arte sin tener modelos claros a la mano y con la sensaci&oacute;n de una forzosa ilegitimidad. Me dejaban opinar y escribir sobre algo en lo que yo cabalmente sent&iacute;a que no ten&iacute;a los elementos. De manera que los textos siempre rehusaron responder esa pregunta (la de la situaci&oacute;n del arte mexicano) de manera honesta. Hay un punto en donde ese nunca ha sido mi tema. No s&eacute; c&oacute;mo puede ser el tema de alguien. No entiendo cu&aacute;l es la operaci&oacute;n cr&iacute;tica en donde alguien pueda hacer esa operaci&oacute;n. Es una limitaci&oacute;n m&iacute;a. He sido afortunado de que el que no pueda hacer eso no haya destruido mi carrera. Siempre ten&iacute;a&nbsp;que responder esa cuesti&oacute;n&nbsp;de manera deshonesta; a partir de una serie de obras que dec&iacute;an otra cosa o m&aacute;s bien la pregunta era &iquest;c&oacute;mo es que esta obra puede responder esto?

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Ese estilo crea todos los textos del libro, escritos en distintos lugares, en distintas &eacute;pocas y en distintas condiciones. &ldquo;No me siento avergonzado de haber tomado una decisi&oacute;n muy temprana: dejar que las obras de arte sirvieran como gu&iacute;a de pensamiento en lugar de querer pensar algo y encajar las obras de arte dentro de eso. Me acuerdo de lo necio que era en ese momento partir de obras individuales para luego hacer el argumento, usarlas casi como si fueran esfinges o elementos de teor&iacute;a&rdquo;.

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&iquest;C&oacute;mo te moviste de la Historia al mundo del arte?

Meterte a arte contempor&aacute;neo a principios de los 90 era un poco como echarte a la basura. Hab&iacute;a un n&uacute;mero tan peque&ntilde;o de gente a la que le interesaba el arte contempor&aacute;neo que no era una opci&oacute;n vocacional particularmente inteligente. En un momento particularmente necio de la historia, el arte contempor&aacute;neo, no solamente en M&eacute;xico sino en muchos lugares del mundo, sirvi&oacute; como refugio a muchos que est&aacute;bamos activamente desilusionados.

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&quot;A m&iacute; se me hace muy natural que escribir sobre arte contempor&aacute;neo es escribir sobre lo que uno no sabe (...) uno tiene que empezar a hablar de algo que, de entrada, precisamente cuando es importante, lo ha descolocado&quot;.

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&iquest;De qu&eacute; forma? 

Dec&iacute;amos &ldquo;no creemos en nada, vamos a hacer&rdquo;. &ldquo;Si no hay ning&uacute;n motivo para tomarlo en serio, vamos a tomarlo en serio&rdquo;. Pero creo que hay algo de la escritura de esta compilaci&oacute;n que recoge esa condici&oacute;n muy tentativa. A m&iacute; se me hace muy natural que escribir sobre arte contempor&aacute;neo es escribir sobre lo que uno no sabe. No es que un llegue, tenga una convicci&oacute;n, y haya acumulado un conocimiento y entonces decide compartirlo con los dem&aacute;s. Ese es exactamente la posici&oacute;n equivocada. No parte uno de un saber, sino que uno tiene que empezar a hablar de algo que, de entrada, precisamente cuando es importante, lo ha descolocado. Evidentemente el embrutecimiento y el avance del tiempo puede hacer que esto se vuelva dif&iacute;cil de capturar de nuevo pero en sus momentos &uacute;tiles de eso se trata; uno tiene que empezar a articular algo que era interesante porque no estaba claro.

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Entre los textos de tu libro se dibujan tambi&eacute;n algunas situaciones que han marcado pol&iacute;ticamente a M&eacute;xico en esas d&eacute;cadas: las crisis, la entrada del neoliberalismo, &iquest;c&oacute;mo ves al pa&iacute;s actualmente?

Es una combinaci&oacute;n de la normalidad genocida y el genocidio normalizado. De un lado tenemos una situaci&oacute;n que es nueva &mdash;muy alarmante&mdash;: un periodo de progreso de acumluaci&oacute;n y que es bueno para los negocios, est&aacute; acompa&ntilde;ado de un periodo de violencia intens&iacute;simo. Y del otro lado tenemos una situaci&oacute;n donde el incremento de la selecci&oacute;n darwinista de la poblaci&oacute;n nos parece la l&oacute;gica de la moral y la justicia cotidiana. Lo digo sin esc&aacute;ndalo. Esto es lo peor: la necesidad de decir las cosas m&aacute;s terribles sin que te mueva un pelo, como dice (Guy) Debord. En esto no hay un juicio moral, es nada m&aacute;s un juicio de hechos.&nbsp;

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A&uacute;n as&iacute;, hay algunos que tienen la opini&oacute;n de que en t&eacute;rminos de creaci&oacute;n art&iacute;stica M&eacute;xico es el &ldquo;Berl&iacute;n de los 90&rdquo;...&nbsp;

Yo estoy perfectamente de acuerdo en que M&eacute;xico es el Berl&iacute;n de 1932.

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&iquest;De plano?

Estamos en una situaci&oacute;n donde los grandes negocios est&aacute;n felices, tienen la estructura de estabilidad que requieren y hay 30 mil desaparecidos. Estamos en un momento donde las fosas comunes han sido privatizadas.

Eso, si me lo hubieras planteado en 1980, te hubiera dicho &ldquo;maestro, moderate. No puede estar tan mal&rdquo;. Pero tambi&eacute;n me queda claro que una respuesta moral no es la respuesta. Yo no s&eacute; cu&aacute;l es la respuesta. Me parece que ser&iacute;a muy conveniente que la &eacute;lite que ha retenido la hegemon&iacute;a en estos dos periodos se fuera, porque tienen muy claros sus objetivos, los va llevando a cabo y lo que le pasa a los dem&aacute;s no le importa.

*Esta entrevista ha sido editada por cuestiones de espacio. 
Abuso mutuo, Cuauht&eacute;moc Medina, Editorial RM.

Libro: Abuso Mutuo, de Cuauhtémoc Medina

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