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        <p><span>Te has preguntado cuántas obras hay que ver para conocer a un artista, para intuirlo, para saber de sus aportes al arte, a la cultura, a la&nbsp;identidad de un país; la galer&iacute;a mexicana nos responde.&nbsp;</span></p>
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        <p><span>Cada obra de arte es un universo inabarcable, un territorio inagotable, un alimento para el alma que sacia, pero que siempre se apetecerá una reiteración más, me parece que es también un campo promisorio, cada obra de arte, es una tierra que no termina nunca de recorrerse. A veces jardín, a veces paramo. Mucho de esto tiene que ver con la hondura de a quien vemos, y <strong>Rufino Tamayo </strong>es profundísimo, pero también extenso. <strong>Su obra caminó con el siglo XX</strong>, <strong>complejo y conflictivo y mucho de esto se refleja en la obra del que nació en Oaxaca en 1899</strong>, un año antes del inicio del siguiente siglo, que caminó casi completo.&nbsp;</span><span></span><span>El paseo por una muestra de Tamayo, termina regularmente provocando una alegría física, esa que nos provoca lo bien hecho, la sensación de bienestar que nos propicia la excelencia de las cosas, lo que se experimenta ante lo bueno, ante lo trascendente. Por ello, <strong>LS/GALER&Iacute;A ha montado&nbsp;</strong></span><strong><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">la exposición&nbsp;</span><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">Un espacio para los asombros</span><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;">&nbsp;</span></strong><span style="font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; letter-spacing: 0px;"><strong>de Rufino Tamayo</strong>, un icono de la plástica mexicana e internacional.</span></p>
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                <p><span>Tamayo aporto una energía y un conocimiento que renovó el prestigio del antiguo arte impreso. <strong>Desde sus celebras Mujeres de 1969</strong>,<strong> impresas en el mítico taller Murlot de Paris</strong>, por donde pasaron muchos de los artistas más importantes del impresionismo y el mismo Picasso. Esa carpeta contiene los cuerpos femeninos menos arquetípicos del arte Mexicano. <strong>Sus 20 litografías han nutrido la iconografía del arte mexicano</strong>. Están presentes también, <strong>los aguafuertes impresos en los talleres de la Polígrafa de Barcelona</strong>, donde Tamayo alternó con Miró y Tapies y donde estampó en aguafuertes sus célebres &ldquo;cabezas&rdquo; en que dialogan con las vanguardias europeas, como Dubuffet y Picasso, pero que sin embargo algo conservaron de sus ancestros indios y que muestran los vitales coloridos del arte popular de nuestros pueblos.</span></p>
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        <p><span>La materia de esta exposición es la obra de Rufino Tamayo, la pictórica y la gráfica, para compartir la magnificencia de las creaciones del artista de Oaxaca, sus imágenes poderosas y poéticas, que nos harán participes de una rica herencia, y con certeza despertará un orgullo por lo nuestro. E<strong>s también una convocatoria a las generaciones más jóvenes</strong>, <strong>para despertar en ellas un sentido de pertenencia y orgullo a través de los dones estéticos de uno de los artistas mayores que México dio al mundo</strong>. La visita propone disfrutar y analizar la síntesis que Tamayo hizo de lo antiguo y lo moderno, de eso que nos identifica como grupo, como país, que nos sirve de identidad a quienes aspiramos, como un acto natural a pertenecer también al mundo. Este lance, nos propone el pintor, lo hagamos fortalecidos con lo nuestro, vitaminados con sus colores y formas que conforman un lenguaje universal, <strong>accesible a cada uno de nuestros contemporáneos</strong>.</span></p>
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Lo que tienes que saber de Rufino Tamayo en LS/GALERÍA

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