La nueva colección para la mesa de Hermès, Passifolia, se inspira en la flor de la pasión, Passiflora incarnata, que representa el ímpetu inherente a toda la creación, a la naturaleza... al edén original.

La perfecci&oacute;n est&aacute; en los detalles. Es algo que una casa de lujo como Herm&egrave;s conoce a la perfecci&oacute;n y aplica a cada lanzamiento. Un ejemplo lo hallamos en la nueva&nbsp;colecci&oacute;n de platos de porcelana para la mesa Passifolia, presentada en la &uacute;ltima edici&oacute;n de Maison &amp; Objet en Par&iacute;s. Se trata de 30 piezas en total, cada una distinta de la anterior, que reproducen un jard&iacute;n del ed&eacute;n, primigenio y exuberante, plagado de colores y formas org&aacute;nicas que remiten a la naturaleza m&aacute;s lujuriosa. &laquo;Un nuevo amanecer de la crea- ci&oacute;n&raquo;, como defin&iacute;a Sebastian Venable, el protagonista de&nbsp;De repente, el &uacute;ltimo verano, de Tennessee Williams, su perverso para&iacute;so en el Garden District de Nueva Orleans.

&laquo;Me imagino una peque&ntilde;a&nbsp;chambre de bonne&nbsp;alquilada, donde no tienes nada que sea tuyo, si no es un peque&ntilde;o tesoro... 
Me encanta la idea de ahorrar para comprar una de estas piezas.&raquo;

Cada hoja, cada p&eacute;talo, cada tallo de las flores y plantas que recubren estas delicadas piezas de porcelana &mdash;casta&ntilde;o, pl&aacute;tano, hibisco, helecho&mdash; han sido esmaltadas por los artesanos de la&nbsp;maison&nbsp;con especial cuidado, en distintos tonos: hasta tres matices de verde-amarillo en un solo tallo, cinco verdes-azules en una hoja, y un juego sutil con los marrones y los bordes dorados, pintados a mano. En total se&nbsp;han empleado hasta 32 colores diferentes, un n&uacute;mero excepcional para un juego de mesa. La dise&ntilde;adora, Nathalie Rolland-Hunckel, se ha inspirado en la cer&aacute;mica del siglo XIX y en la est&eacute;tica japonesa de artistas como Makoto Azuma y Shunsuke Shiinoki, pero tambi&eacute;n en la observaci&oacute;n directa de un jard&iacute;n universitario cercano a su casa. Trasladar sus bocetos, elaborados en&nbsp;gouache&nbsp;sobre papel, a la porcelana, fue todo un desaf&iacute;o que requiri&oacute; de casi dos mil horas de trabajo para el equipo de esmaltadores de la casa.

&laquo;Creo que todo lo creado en Herm&egrave;s Maison tiene un sentido de atemporalidad: es algo que durar&aacute; en el tiempo, que pasar&aacute; de generaci&oacute;n en generaci&oacute;n, de madre a hija. Esto aplica para el carr&eacute;, pero tambi&eacute;n para la porcelana. Dise&ntilde;amos objetos que sobreviven a las tendencias, aspirando a una vida m&aacute;s larga&raquo;, explica Benoit-Pierre Emery, director art&iacute;stico de Art-de-la-Table Herm&egrave;s. Algo en lo que est&aacute; de acuerdo la propia dise&ntilde;adora: &laquo;La idea de heredar objetos de calidad de generaci&oacute;n en generaci&oacute;n es muy importante en la cultura francesa, en nuestra forma de ser y en nuestro&nbsp;savoir-faire&raquo;,&nbsp;confirma Nathalie.

La flor de la pasión interpretada por Hermès

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