Sobre los desafíos de su carrera en una de las siete bellas artes y cómo enfrentar los retos que la vida pone en el camino.

FOTOGRAF&Iacute;A&nbsp;Brian Rankin

ESTILISMO Freya Monro Morrison&nbsp;

Vivir es bailar. No se trata del t&iacute;tulo de un libro de autoayuda, sino de la observaci&oacute;n de alguien tan digno de cr&eacute;dito intelectual como S&eacute;neca, fil&oacute;sofo romano obsesionado con la &eacute;tica, quien afirm&oacute; que &laquo;vivir no consiste en esperar a que la tormenta pase; vivir es aprender a bailar bajo la lluvia&raquo;.

Isaac Hern&aacute;ndez, considerado uno de los mejores bailarines del mundo &mdash;fue el primer mexicano en recibir el Benoit de la Danse, considerado como el Oscar de la danza&mdash; y titular del English National Ballet, ha aprendido a hacerlo bajo la contumaz llovizna de Londres, pero tambi&eacute;n bajo el diluvio de clich&eacute;s que la sociedad sigue arrastrando en torno al ballet. Aunque la ciclog&eacute;nesis o el &laquo;momento decisivo&raquo;, como &eacute;l mismo lo llama, ocurri&oacute; cuando a los 15 a&ntilde;os una hernia discal en la espalda le mantuvo un a&ntilde;o alejado de la danza. El impacto de aquella tormenta, que se reprodujo tres a&ntilde;os despu&eacute;s, a los 18, cambi&oacute; su visi&oacute;n de la vida. &laquo;Eso forj&oacute; mi car&aacute;cter, me dio una buena sacudida y me aterriz&oacute; muy bien en la tierra. Me dej&oacute; claro que todo lo que hoy es, ma&ntilde;ana deja de ser. Hay que vivir el momento, tomar riesgos y aprovechar las oportunidades&raquo;.

l'officiel-méxico-isaac-hernández-1.jpg

l'officiel-méxico-isaac-hernández-2.jpg

l'officiel-méxico-isaac-hernández-3.jpg

&laquo;Recientemente, me acord&eacute; de mi debut con el San Francisco Ballet. Ten&iacute;a 18 a&ntilde;os y me hab&iacute;an dado el&nbsp;opening night&nbsp;con la bailarina m&aacute;s importante de la compa&ntilde;&iacute;a y, aunque todo hab&iacute;a ido bien, en los &uacute;ltimos tres minutos me tropec&eacute; y rod&eacute; por el piso.&nbsp;Me levant&eacute; rapid&iacute;simo, pero ese tropiezo se me hizo eterno y, al final de la pieza, se me empez&oacute; a olvidar la coreograf&iacute;a, aunque afortunadamente nadie se dio cuenta. Eso es lo emocionante de tener un p&uacute;blico en vivo con quien compartes ese desaf&iacute;o que es la danza; porque al final el ballet es algo sumamente atl&eacute;tico, donde cualquier cosa puede pasar: te puedes resbalar o se te puede rasgar el vestuario, se te puede caer la peluca o darte un calambre en la pierna... Y si t&uacute; abres la puerta a todas esas cat&aacute;strofes, te puede pasar lo que a muchos bailarines cuando llegan a ese momento en que no pueden volver a pisar un escenario porque les da un ataque de p&aacute;nico. El ballet es un trabajo constante y parte de ese trabajo consiste en conocerte a ti mismo, como artista y como persona, y decidir cu&aacute;nta importancia le vas a dar a esos pensamientos en tu carrera y en tu vida. Al final, tratas de simplificar las cosas al m&aacute;ximo y tener claro que lo que depende de ti, ya lo hiciste y no hay nada m&aacute;s que puedas hacer, excepto darle esa oportunidad al destino para que las cosas salgan bien, no mal&raquo;.

l'officiel-méxico-isaac-hernández-4.jpg

&laquo;Madur&eacute; a una edad muy temprana en la que otros chicos s&oacute;lo est&aacute;n preocupados por la adolescencia. Pero con la hernia tuve la desgracia &mdash;que en lo personal result&oacute; una fortuna&mdash; de asumir muchas cosas que no iban a ser posibles para m&iacute;, pero que hasta ese momento s&iacute; lo hab&iacute;a sido. Y me deprimi&oacute; much&iacute;simo ver las cosas de esa manera, porque hasta entonces eran sue&ntilde;os que me hab&iacute;an impulsado en mi carrera y ahora me imped&iacute;an evolucionar. Por desgracia, no me era posible viajar en el tiempo para decirle a aquel ni&ntilde;o: &lsquo;No pasa nada, deja ir esas metas,&nbsp;porque hay otras que al final ser&aacute;n mejores para ti&rsquo;. He aprendido que, dentro de cualquier disciplina art&iacute;stica, el primer mandamiento es el realismo. Un bailar&iacute;n tiene que conocerse a s&iacute; mismo sin mentiras, sin m&aacute;scaras; tiene que saber hasta d&oacute;nde puede llegar y hasta d&oacute;nde no, porque al final nadie te va a conocer jam&aacute;s como t&uacute;. Cuando empiezas tienes un exceso de ilusi&oacute;n que se convierte en tu gran motor para seguir adelante, pero hay un momento en la vida de todo artista en que debe ser valiente. Y la verdadera valent&iacute;a, a veces, no consiste en seguir adelante sino en enfrentar tus limitaciones como cualquier ser humano todos los d&iacute;as. Un bailar&iacute;n construye su propio cuerpo, su f&iacute;sico, pero tambi&eacute;n su mente, como un deportista de &eacute;lite. Y para construir tu cuerpo y, al mismo tiempo, mantener intacta tu vocaci&oacute;n art&iacute;stica en un mundo tan competitivo, tan limitante en ciertas maneras y tan liberador en otras, como es la danza, hay que saber superar esas limitaciones que todos tenemos y utilizarlas en nuestro propio beneficio. Eso es un trabajo muy complejo que, muchas veces, la gente no entiende del ballet cl&aacute;sico&raquo;.

l'officiel-méxico-isaac-hernández-6.jpg

l'officiel-méxico-isaac-hernández-5.jpg

«Con Montblanc comparto valores, no estrategias; como What Moved You Makes You, campaña basada en la idea de que si haces lo que te apasiona, tendrás éxito».

l'officiel-méxico-isaac-hernández-8.jpg

&laquo;Cuando sal&iacute; de M&eacute;xico para terminar mis estudios ten&iacute;a 13 a&ntilde;os, me fui a Filadelfia y, desde entonces, regreso a menudo y he dedicado los &uacute;ltimos diez a&ntilde;os de mi carrera a mejorar esta realidad y crear oportunidades para los j&oacute;venes, tratando de cambiar la visi&oacute;n de las artes y del ballet que hay en la sociedad. Resulta incre&iacute;ble ver lo poco que la gente conoce sobre esta profesi&oacute;n: me he reunido con algunos gobernadores para solicitar apoyos para representar a M&eacute;xico en competencias internacionales y muchos de ellos me deseaban suerte en las Olimpiadas... &iexcl;porque cre&iacute;an que era un deporte! Como mexicano, siento que mi responsabilidad, precisamente por la posici&oacute;n tan privilegiada que disfruto en el extranjero, consiste en la capacidad que tengo para cambiar las cosas no desde fuera, sino desde dentro. Esa decisi&oacute;n me salv&oacute;&raquo;.

MAQUILLAJE Martha Inuoe&nbsp;

PELO Hiroki Kojima

ASISTENTE DE FOTOGRAF&Iacute;A&nbsp;Federico Gioco

Hablamos con Isaac Hernández: uno de los mejores bailarines del mundo

Tags

Entradas relacionadas

Women

Ester Expósito se plantea una carrera de fondo, más allá de los likes

moda

En conversación con Darío Yazbek: el balance entre el querer y el deber ser

Man

Álvaro Cervantes nos cuenta sobre su carrera y lo que piensa de ser actor

Entradas recomendadas

Pop culture

Gisela Leal, la soledad en tres actos

Joyería

Lutiki presenta una nueva serie de jardinería

moda

Vladiyan Royal, el sueño de toda novia

moda

5 minutos para conocer a Maria Grazia Chiuri

Belleza

¿Por qué todo el mundo está loco por las algas verdeazuladas?

moda

Cerámica, alegría y confeti en la nueva colección de The Coat

Pop culture

Alex Kapranos, el recuento de los años

Belleza

Reescribir nuestra propia belleza desde el amor y la salud