7 preguntas con Philip Treacy sobre su colaboración con Balenciaga Alta Costura

En un pequeño pueblo del condado de Galway al Oeste de Irlanda, vivía Philip Treacy. A solo unos pasos, cruzando la calle, se encontraba la iglesia. «Cuando era pequeño, me encantaba ver las bodas allí. Para mí eran el equivalente a los desfiles de moda», recuerda, «los vestidos que usaba la gente, no lo podía creer, eran increíbles». Treacy comenzó a coser a las 5 años, cuando en el colegio los chicos hacían carpintería y las chicas cosían. «Pensé: '¿Por qué yo no puedo hacer eso’?».

Accesorizar las muñecas de su hermana fue el comienzo de todo. «Mi madre tenía gallinas, gansos, faisanes y patos, así que todos los ingredientes del sombrero estaban en mi casa», comenta. Completó sus estudios en el National College of Art & Design, en Dublín, realizando sus prácticas profesionales con Stephen Jones, el diseñador de sombreros de Londres. Su gran talento no pasó desapercibido, ganándose un lugar en el curso de maestría en diseño de moda en el Royal College of Art de Londres. Ahí, impulsado por su tutora Sheilagh Brown, el diseñador decidió perseguir su verdadera pasión: hacer sombreros. «Fue muy práctico, no una gran revelación», dice. 

Desde entonces, su indiscutible capacidad creativa le abrió las puertas para trabajar con casas como Chanel, Alexander McQueen y, ahora, Balenciaga. Porque no hay nadie que pueda adornar la cabeza de una mujer como él. 

A distancia (bendito internet), el diseñador nos cuenta sobre su trayectoria, y su personalidad cálida trasciende la pantalla de la computadora. 

LORENA MEOUCHI: ¿Cómo es tu rutina matutina?

PHILIP TREACY: Me levanto bastante temprano, a las 7 de la mañana. Después de un café en Baker & Spice, me dirijo a mi estudio.

LM: Háblanos un poco de tu proceso creativo.

PT: El sombrero comienza como un dibujo, haré un prototipo en un material ligero y flexible llamado Sparterie, este va al fabricante de bloques en París para ser tallado en madera o para ser mutilado en metal. Hay dos procesos diferentes para hacer un sombrero, a mano en un molde de madera que puede tomar hasta 3 días para que una persona haga la forma sin ser recortado, o en un bloque de metal cuando la forma se puede estampar en minutos. Todos los sombreros son cosidos a mano, recortados y acabados a mano en nuestro estudio de Londres por sombrereros altamente calificados. Muchos de los procesos de fabricación de sombreros se han mantenido sin cambios, durante cientos de años.

LM: Has diseñado sombreros para tantas personas con estilo. ¿Quién ha sido la más fascinante?

PT: Isabella Blow lució desafiantes sombreros de Alta Costura. Estaba tan inspirado por cómo usaba mis sombreros. Los usaba como si no los estuviera usando, como si estuvieran allí para entretenerse a sí misma y a quien quiera que entrara en contacto con ella. Ella entendió el romance de usar un sombrero y los vio como entretenimiento y símbolo de elegancia y belleza. Realmente, se sintió empoderada.

LM: Mirando hacia atrás en tu carrera, ¿qué ha hecho el viaje tan especial?

PT: La fabricación de sombreros ha existido desde el principio de los tiempos; es parte de todas las culturas. Yo no inventé el sombrero; simplemente los he vuelto sexys. Uno de los aspectos más emocionantes de mi trabajo es que tengo la oportunidad de influir en cómo la gente ve los sombreros en el siglo XXI. Y ese, es un trabajo muy emocionante, porque tengo una audiencia mundial abierta a ver los sombreros de una manera nueva.