Este mes se cumple una década de la muerte de Yves Saint Laurent, el diseñador que representó la moda del siglo XX y que construyó un imperio al proponer una nueva definición del lujo: la creación del prêt-à-porter. 

El Par&iacute;s de la ma&ntilde;ana en que nos conocimos era joven y bello. Estabas por empezar tu primera batalla. Ese d&iacute;a encontraste la fama y desde ese entonces nunca te dej&oacute;&quot;, fueron las palabras que Pierre Berg&eacute;, pareja de Yves Saint Laurent, pronunci&oacute; en la iglesia parisina de Saint-Roch cuatro d&iacute;as despu&eacute;s de que se anunciara la muerte del dise&ntilde;ador el 1 de junio de 2008. M&aacute;s de mil asistentes acudieron para decir adi&oacute;s a uno de los dos mejores couturiers del siglo XX; la otra era Gabrielle Chanel. La ma&ntilde;ana a la que se refiere Berg&eacute; en su discurso fue la de octubre de 1957 en la despedida de otro grande: el funeral de Christian Dior. La batalla que menciona es el nombramiento como director creativo de la maison cuando ten&iacute;a apenas 21 a&ntilde;os. Ese momento era parte del destino de un joven bautizado por la prensa como &quot;el peque&ntilde;o pr&iacute;ncipe de la moda&quot;. Lo que nadie se imaginaba era que dos d&eacute;cadas despu&eacute;s, su nombre se convertir&iacute;a en un imperio, y que cientos de mujeres estar&iacute;an agradecidas con &eacute;l por haberles dado una nueva forma de vestir, lejos de la extravagancia de la Alta Costura.

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Vestidos "Mondrian"

Mick y Bianca Jagger

Le Smoking, Helmut Newton

En 1965 present&oacute; la colecci&oacute;n Mondrian, una de las entregas m&aacute;s importantes en su carrera. Vestidos con cortes inspirados en la silueta de los a&ntilde;os 20, estampados con los inconfundibles mosaicos del artista neerland&eacute;s. Esa silueta qued&oacute; registrada en el cine en el vestuario de Belle de Jour de Luis Bu&ntilde;uel. En 1966, cansado del little black dress popularizado por Chanel y Givenchy, cre&oacute; Le Smoking, una adaptaci&oacute;n del cl&aacute;sico tuxedo de hombre. La propuesta fue una sensaci&oacute;n. Bianca Jagger le pidi&oacute; una versi&oacute;n en color blanco para su boda con el vocalista de los Rolling Stones, y el fot&oacute;grafo Helmut Newton lo inmortaliz&oacute; en una imagen de una mujer&nbsp;fumando un cigarrillo en un callej&oacute;n de Par&iacute;s. &quot;Mi trabajo como couturier&quot;, dijo en alguna ocasi&oacute;n, &quot;es crear ropa que refleje la &eacute;poca en la que vivimos. Estoy convencido de que las mujeres quieren usar pantalones&quot;. En 1967 present&oacute; su &uacute;ltima revoluci&oacute;n creativa de la d&eacute;cada: una l&iacute;nea de ropa m&aacute;s accesible para sus clientas con la esencia de la Alta Costura. Con la apertura de la tienda YSL Rive Gauche, se volvi&oacute; el precursor del pr&ecirc;t-&agrave;-porter (ropa lista para usarse). Su &eacute;xito lo convirti&oacute; en una personalidad del jet set parisino y con ello llegaron los excesos. Revistas y peri&oacute;dicos lo capturaban de fiesta con Warhol, Halston y sus dos mejores amigas: Loulou de la Falaise y Betty Catroux. Ya fuera en Par&iacute;s, en la casa del dise&ntilde;ador en Marruecos o en Studio 54 en Nueva York, los tres eran inseparables. En entrevista, De la Falaise asegur&oacute;: &quot;yo era la inspiraci&oacute;n gypsy y Betty la inspiraci&oacute;n masculina&quot;. Los tuxedos evolucionaron a faldas de seda, chamarras de piel y vestidos de caft&aacute;n inspirados en Marrakech. En 1971, caus&oacute; controversia por posar desnudo ante el lente de Jeanloup Sieff para promover su primer perfume masculino. El nuevo estilo de vida puso fin a su noviazgo con Pierre Berg&eacute; en 1976. Aun as&iacute;, fue la persona que lo sostuvo durante los momentos m&aacute;s dif&iacute;ciles de su vida hasta su muerte. &quot;Era man&iacute;aco depresivo&quot;, menciona Pierre en el documental L&rsquo;Amour Fou. &quot;Hab&iacute;a periodos en los que hac&iacute;a todo con absoluta felicidad y luego todo era oscuro. Era feliz cuando ten&iacute;a que preparar las colecciones. Un d&iacute;a despu&eacute;s del desfile, la depresi&oacute;n y el consumo de drogas y alcohol continuaba&quot;.

Betty Catroux, Yves Saint Laurent & Loulou de la Falaise

En 1999 la marca fue adquirida por el Grupo Gucci y nombr&oacute; a Tom Ford para estar a cargo de la l&iacute;nea de pr&ecirc;t-&agrave;-porter, e Yves contin&uacute;o con las colecciones de Alta Costura. Finalmente, en 2002 anunci&oacute; su retiro. &quot;Estoy orgulloso de haber creado el guardarropa de la mujer contempor&aacute;nea y haber sido parte de la transformaci&oacute;n de mi &eacute;poca. La moda no es para hacer bella a una mujer, sino para alentarla y darle confianza&quot;. A las 20:36 horas del 22 de enero de 2002, el Centro Pompidou cerr&oacute; sus puertas para comenzar el desfile final: un resumen de sus 40 a&ntilde;os de carrera. Todas sus amigas y musas estaban ah&iacute;. Catherine Deneuve y Laetitia Casta cantaron Ma Plus Belle Histoire d&rsquo;Amour, e Yves, con l&aacute;grimas en los ojos, era ovacionado por sus invitados. Su visi&oacute;n est&eacute;tica ha sido reinterpretada por los dise&ntilde;adores que lo sucedieron: Stefano Pilati, Hedi Slimane y Anthony Vaccarello. Su vida inspir&oacute; la creaci&oacute;n de dos museos, uno en Par&iacute;s y otro en Marruecos. Dos pel&iacute;culas biogr&aacute;ficas buscaron retratar su genialidad y vulnerabilidad en 2014. Una subasta millonaria de su extensa colecci&oacute;n de arte fue la motivaci&oacute;n de un documental y hubo una manifestaci&oacute;n por parte de la extinta tienda Colette ante el cambio de nombre que hizo Hedi Slimane a la marca, borrando el Yves. La protesta se hizo con playeras que ten&iacute;an la leyenda Ain&rsquo;t Laurent without Yves&nbsp;(no es Laurent sin Yves). Su historia estuvo llena de numerables &eacute;xitos p&uacute;blicos y sufrimientos privados. Y a 10 a&ntilde;os de su muerte, las palabras &quot;soy un inventor muy diferente a todos los que me han precedido&quot;, de uno de sus poetas favoritos, Arthur Rimbaud, podr&iacute;an ser el epitafio adecuado para el mayor revolucionario que ha visto la moda.

10 años sin Yves Saint Laurent

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