Uno de los
personajes más longevos y atractivos del mundo de la moda cumple 100 años.

Su apariencia se ha convertido en un sello personal:&nbsp;el pelo blanco, los lentes extragrandes, los atuendos coloridos, las pulseras, anillos y collares que&nbsp;parecen desprenderse de su cuerpo y que ella porta con&nbsp;soltura. A los cien&nbsp;a&ntilde;os, Iris Apfel es un s&iacute;mbolo de originalidad y autenticidad en el mundo de la moda, al cual&nbsp;ella misma considera &laquo;homogeneizado; lo detesto&raquo;.

En L&rsquo;Officiel repasamos los puntos clave de la trayectoria de una de las grandes damas&nbsp;de la moda contempor&aacute;nea, a quien Frieda Loehmann,&nbsp;fundadora de los almacenes Loehmann&rsquo;s, le dijo alguna&nbsp;vez: &laquo;No eres guapa y nunca lo ser&aacute;s, pero no importa. Tienes algo mucho m&aacute;s importante. Tienes estilo&raquo;.&nbsp;Y estilo tiene...

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En la d&eacute;cada de los cincuenta, fund&oacute; junto con su esposo Carl&nbsp;Apfel la firma textil Old World Weavers, desde la cual&nbsp;remodel&oacute; la Casa Blanca en nueve ocasiones, para el&nbsp;mismo n&uacute;mero de presidentes: de John F. Kennedy a&nbsp;Richard Nixon; de Ronald Reagan a Bill Clinton, &laquo;aunque de eso&raquo;, como ella misma dice en una cinta donde es retratada por Albert Maysles, &laquo;prefiero&nbsp;no hablar. Alguna vez nos metimos en problemas con&nbsp;Jackie (Kennedy)&raquo;. Hizo proyectos por los que tuvo&nbsp;que viajar por el mundo en busca de colores, texturas&nbsp;y materiales que eran poco comunes en su pa&iacute;s y que&nbsp;le dieron un sentido de la est&eacute;tica que terminar&iacute;a por&nbsp;convertirla en celebridad.

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&laquo;Lo importante no es la fiesta, lo divertido es vestirse para la fiesta&raquo;.&nbsp;Una declaraci&oacute;n que describe a la perfecci&oacute;n la actitud con la que Apfel amanece todos los d&iacute;as a las 6:00 a.m.&nbsp;en su departamento de Park Avenue, un piso que parece&nbsp;que en cualquier momento podr&iacute;a devorar a su inquilina; donde sillones coloridos y de distintos estampados&nbsp;conviven con esculturas de perros que sostienen bandejas llenas de chocolates; osos de peluche, cuadros&nbsp;y marcos dorados. Un departamento que dedica un&nbsp;espacio considerable a&nbsp;racksy cl&oacute;sets que resguardan&nbsp;una vasta colecci&oacute;n de piezas de distintos dise&ntilde;adores&nbsp;que, a pesar de que parece atiborrada, conoce a la perfecci&oacute;n. Podr&iacute;a sacar una blusa de su armario con los ojos cerrados y saber que es Versace y est&aacute; pintada a mano.

Aunque no solo se trata de dise&ntilde;adores exclusivos: Apfel no tiene ning&uacute;n&nbsp;desenfado en adquirir piezas en mercados de pulgas&nbsp;(donde disfruta ejercer el arte del regateo), tiendas de&nbsp;regalos para turistas o alguna boutique ex&oacute;tica que la&nbsp;obligue a trasladarse a Harlem, donde &laquo;la gente tiene&nbsp;estilo, no como los que viven en el centro de Manhattan,&nbsp;ellos siempre visten de negro, eso no es estilo, eso es&nbsp;un uniforme&raquo;. Esas piezas, producto de a&ntilde;os y a&ntilde;os de&nbsp;compras, han sido, adem&aacute;s, objeto de exposiciones de&nbsp;museos tan importantes como The Costume Institute,&nbsp;del Metropolitan Museum of Art.

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Si algo caracteriza a Apfel es, ante todo, la forma en&nbsp;la que ha logrado ser un personaje aut&eacute;ntico, que se&nbsp;basa en el instinto a la hora de vestir. Algo que a ella le&nbsp;resulta natural y la &uacute;nica manera posible:&nbsp;&laquo;He hecho&nbsp;esto toda mi vida y ahora me encuentro con montones&nbsp;de revistas, sobre todo europeas, que est&aacute;n escribiendo&nbsp;sobre m&iacute;. &iexcl;Pero yo no estoy haciendo nada distinto a lo&nbsp;que he hecho durante los &uacute;ltimos 70 a&ntilde;os!&raquo;.

Y se r&iacute;e de que, adem&aacute;s, su edad&nbsp;la convierta en una&nbsp;&laquo;estrella geri&aacute;trica&raquo;. Sin ninguna&nbsp;m&aacute;xima a la hora de vestir, cuando se habla de moda,&nbsp;Apfel desconoce reglas;&nbsp;tambi&eacute;n sabe que la originalidad (a ella se le ha llamado&nbsp;rara avis de la moda) lo es&nbsp;todo, la magia est&aacute; en mezclar y combinar para lucir con personalidad. Se trata de ser uno mismo. Aunque&nbsp;tambi&eacute;n tiene en mente que, al final, lo que importa con la ropa&nbsp;es el sentido de autosatisfacci&oacute;n.&nbsp;Como bien una vez declar&oacute; este &iacute;cono, &laquo;es mejor ser feliz&nbsp;que estar bien vestida&raquo;.

5 minutos para conocer a Iris Apfel

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