Los looks, ideales para explorar, remiten al Sahara y al Kalahari, pero son aptos para la gran ciudad.

Gertrude Bell (Inglaterra, 1868-1926) ten&iacute;a mucho en qu&eacute; pensar: adem&aacute;s de ser viajera, escritora y arque&oacute;loga, era pol&iacute;tica, administradora y, si el momento lo requer&iacute;a, esp&iacute;a. Hizo lo que pocas mujeres de su &eacute;poca se hubieran atrevido a hacer: decidi&oacute; no casarse y no tener hijos, y se dedic&oacute; a trabajar y a viajar. Son memorables sus traves&iacute;as por Medio Oriente, que a veces realiz&oacute; como voluntaria de la Cruz Roja y otras como informante oficial del Reino Unido. Su papel tras la ca&iacute;da del Imperio Otomano &mdash;ayud&oacute;, por ejemplo, a la creaci&oacute;n de Irak&mdash; hizo que se ganara el respeto y la admiraci&oacute;n de todos los hombres que hubieran podido desacreditarla por su g&eacute;nero, Winston Churchill incluido en ese grupo. Conocida como la Hija del Desierto, la Reina sin Corona de Mesopotamia o la Tigresa de Irak, traz&oacute; un destino que la convirti&oacute; en una figura m&iacute;tica ante los pol&iacute;ticos y revolucionaria para las mujeres. Due&ntilde;a de una gran fortaleza y una mente estrat&eacute;gica, podr&iacute;a pensarse que no ten&iacute;a tiempo para nimiedades. Pero en su correspondencia con su padre y su madrastra, registrada en The Letters of Gertrude Bell Vol. 1 y 2, se le descubre ocup&aacute;ndose de asuntos menos complejos, aunque importantes. &iquest;En qu&eacute; pensaba cuando no estaba dise&ntilde;ando mapas para el ej&eacute;rcito brit&aacute;nico o asesorando al rey Faisal I de Irak? Muchas veces en ropa.

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Sofocada por el calor de la primavera iraqu&iacute;, escribi&oacute; desde Basora en 1916: &laquo;Me gusta este lugar, pero desear&iacute;a tener m&aacute;s ropa, la m&iacute;a se est&aacute; cayendo a pedazos. Le escribir&eacute; a Domnul en Bombay, para pedirle faldas y camisas de algod&oacute;n. Aqu&iacute; uno podr&iacute;a andar con casi nada, pero es esencial que ese casi nada no est&eacute; lleno de hoyos&raquo;. Un a&ntilde;o despu&eacute;s, pero desde Bagdad, Bell ten&iacute;a las mismas preocupaciones de moda: &laquo;Hoy, como un milagro, llegaron dos encantadores vestidos de sat&iacute;n negro, lo que me hace creer que mis nuevos vestidos de algod&oacute;n tambi&eacute;n llegar&aacute;n. Los necesito. Hace tanto calor aqu&iacute; que no puedo permitirme prendas inc&oacute;modas, ni siquiera por las noches. Me emocion&oacute; escuchar que hay otros vestidos de muselina en camino&hellip;&raquo;

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La relaci&oacute;n que Bell ten&iacute;a con su guardarropa combinaba, de manera igualitaria, la vanidad y la practicidad. Su posici&oacute;n, que la hac&iacute;a codearse con personajes de la pol&iacute;tica y la realeza, exig&iacute;a elegancia; y su trabajo intelectual &mdash;que deb&iacute;a ser agotador aun en un entorno c&oacute;modo&mdash; se volv&iacute;a doblemente fatigoso al realizarse en el calor del desierto. La ropa ten&iacute;a que ser adecuada: siluetas sueltas, amplias, que permitieran libertad de movimiento al cuerpo y espacio para respirar, nada corto para evitar la arena, y una materia prima org&aacute;nica y ligera.

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Loewe

Acne Studios

Dion Lee

Isabel Marant

Marni

Missoni

Oscar de la Renta

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Stella McCartney

Victoria Beckham 

Es posible que ning&uacute;n dise&ntilde;ador estuviera pensando en Gertrude Bell mientras preparaba su colecci&oacute;n primavera/verano 2017, pero lo cierto es que todos pensaron como ella. &iquest;Qu&eacute; necesita una mujer que quiere lucir bien, pero que no quiere pensar demasiado en lo que lleva puesto? &iquest;Qu&eacute; se le puede ofrecer si, adem&aacute;s, el clima caluroso en la ciudad complica tanto los looks y las tareas que parece que se est&aacute; en el desierto? Oscar de la Renta propuso un conjunto blanco de algod&oacute;n tan ligero que es transparente, delineado con delicados bordados, tambi&eacute;n blancos, que le dan un aspecto fresco y pr&iacute;stino. Missoni resolvi&oacute; de manera m&aacute;s extravagante con un vestido en el que sus cl&aacute;sicos textiles en tejido de punto muestran colores que remiten a los safaris. Con una atrevida apertura entre las piernas y un punto de contraste en la franja que lleva en el torso, este dise&ntilde;o de la casa italiana es digno de una Tigresa de Irak contempor&aacute;nea. Acne Studios, con una paleta crom&aacute;tica similar a la de Missoni, cre&oacute; algo completamente distinto: un jumpsuit amplio, que impide ver la silueta que protege y que luce como un c&aacute;lido lienzo para los patrones gr&aacute;ficos de aspecto tribal que dibujan los hilos. Victoria Beckham proyect&oacute; su estilo urbano en un jumpsuit khaki claro que acompa&ntilde;a con una bolsa cuya asa lateral resulta muy pr&aacute;ctica para una exploradora.

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Con intenciones m&aacute;s formales est&aacute; Isabel Marant, que present&oacute; un jumpsuit que parece oscilar entre un traje sastre y una pijama. En Marni tambi&eacute;n hay un look perfecto para sentir que se lleva la arena del desierto a la ciudad: un conjunto con la parte superior llena de divertidos ruffles que tienen como contraparte un pantal&oacute;n liso, suelto y amplio, con influencias orientales. Otro jumpsuit, esta vez de parte de Dion Lee, luce como un magn&iacute;fico h&iacute;brido entre un traje de safari y un trenchcoat, y es f&aacute;cil imaginarlo en contra de una corriente de viento en el Sahara (aunque qui&eacute;n sabe si eso sea recomendable). Con mayor inspiraci&oacute;n militar, m&aacute;s amplitud, resistencia y elegancia, est&aacute;n las que podr&iacute;an ser las tres mejores traducciones de la tendencia: los dise&ntilde;os de Chlo&eacute;, Loewe y Stella McCartney, listos para vestir a las reinas del desierto, sea o no metaf&oacute;rico, de la actualidad.

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En el desierto

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