Recordamos la carrera del diseñador más subversivo que ha visto la industria. 

En el verano de 1971, Franco Moschino de 21 a&ntilde;os y reci&eacute;n graduado de la Accademia delle Belle Arti en Mil&aacute;n trabajaba como ilustrador para el joven <a href="https://www.lofficielmexico.com/pop-culture/5-minutos-conocer-gianni-versace-biografia">Gianni Versace</a>. Moschino, alentado por Gianni inici&oacute; su marca en 1983 y debut&oacute; su l&iacute;nea Couture!,&nbsp;en un momento en el que la moda lo bautiz&oacute; como el enfant terrible, compar&aacute;ndolo constantemente con otro dise&ntilde;ador que peleaba por el mismo apodo: Jean-Paul Gaultier.

La creatividad de Moschino ridiculizaba a las jerarqu&iacute;as de la industria al parodiar los emblemas de la Alta Costura (como el cl&aacute;sico traje <a href="https://www.lofficielmexico.com/moda/historia-chaqueta-coco-chanel">Chanel</a>), creando piezas con materiales m&aacute;s comunes como la mezclilla. &laquo;La ropa, aunque sea divertida, tiene que estar bien hecha. Es sencillo ser divertido con una t-shirt, pero es m&aacute;s inteligente si lo haces con un abrigo de mink. Despu&eacute;s de todo, si el caviar fuera barato su sabor no ser&iacute;a interesante&raquo;, declar&oacute; el dise&ntilde;ador en una entrevista.

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Lo que hac&iacute;a a Franco Moschino brillar entre tantos dise&ntilde;adores, era su acercamiento a lo postmoderno y lo <a href="https://www.lofficielmexico.com/moda/colaboraciones-historia-arte-moda">surreal</a>:&nbsp;jugando con la iron&iacute;a, el humor y dise&ntilde;os inmaculados. Las palabras &iexcl;Esto es un anuncio! eran parte central de sus campa&ntilde;as publicitarias.&nbsp;Sus eventos consist&iacute;an en instalaciones y sus fiestas reun&iacute;an a todas las celebridades. El propio Moschino pos&oacute; para las campa&ntilde;as publicitarias y fortaleci&oacute; una ideolog&iacute;a donde el buen gusto no exist&iacute;a.

“Mi visión de la moda es una contradicción, lo sé, pero ¿por qué no hacerlo? Porque adaptarme al negocio convencional únicamente porque trabajo en el”.

No es sorpresa que Moschino tuviera &eacute;xito en la misma industria que siempre critic&oacute; (si no c&oacute;mo explicar&iacute;amos&nbsp;el &eacute;xito de Vetements). &laquo;No quiero sonar mal pero siento que estoy en una prisi&oacute;n de oro. Puedo hacer lo que yo quiera pero en realidad la gente espera algo espec&iacute;fico de mi. Un dise&ntilde;o Moschino debe verse y sentirse como una prenda que todos puedan entender&raquo;, expresaba el dise&ntilde;ador.

En los a&ntilde;os siguientes, las campa&ntilde;as de Moschino eran instalaciones que criticaban los problemas sociales y creaban conciencia sobre temas como el consumismo, el cambio clim&aacute;tico, las drogas, la violencia, la contaminaci&oacute;n, el racismo y la crisis del SIDA. El propio Moschino muri&oacute; por complicaciones por el virus en 1994 cuando ten&iacute;a 44 a&ntilde;os.

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En la actualidad y bajo la direcci&oacute;n creativa de&nbsp;Jeremy Scott, la firma a reflorecido&nbsp;gracias a su acercamiento similar a la Alta y &laquo;Baja&raquo;&nbsp;Costura que coincide con la visi&oacute;n de Franco. Scott pone en la pasarela a aliens y hace referencia a marcas como Mc Donalds, programas de televisi&oacute;n infantil como Las Chicas Superpoderosas y Bob Esponja, y juegos como el famoso Candy Crush. Las celebridades que visten el nuevo Moschino van desde Madonna hasta Michelle Obama, demostrando con cada temporada su versatilidad y su &eacute;xito como firma. Mientras que la esencia original&nbsp;de la marca contin&uacute;an en cada colecci&oacute;n, es inevitable notar que hay algo diferente en este Moschino de aquel que concibi&oacute; Franco.

Quiz&aacute;s la diferencia entre ambos dise&ntilde;adores radica en el momento que vivimos. Mientras Scott utiliza su estilo ecl&eacute;ctico para causar un sentimiento de felicidad en aquellas personas que eligen sus piezas, Franco utiliz&oacute; su habilidad para curar colecciones ir&oacute;nicas, experiencias &uacute;nicas y campa&ntilde;as que criticaban el papel de la industria en la sociedad. &laquo;La moda es vulgar. Estar a la moda no es algo positivo. Hablemos de algo que valga la pena. La moda mata a la gente. Como dise&ntilde;ador tengo que convencerte de cambiar tu pelo, o los lentes que llevas y eso te convierte en un t&iacute;tere&raquo;, Moschino explic&oacute; en una entrevista en 1989.

“Ya no hago ropa. Moschino ya no es mi nombre y la moda se ha vuelto una simple fuente de ingresos”. 

Moschino fue un hombre que sab&iacute;a usar su influencia para el bien. Lanz&oacute; la l&iacute;nea Ecouture!&nbsp;hecha con materiales amigables con el ecosistema. Opt&oacute; por usar piel falsa y a trav&eacute;s de su campa&ntilde;a Smile!&nbsp;don&oacute; dinero a ni&ntilde;os infectados de VIH.

Franco Moschino se mantiene como un personaje radical en la moda, que se preocupaba por temas que se adelantaban a su tiempo.&nbsp;El cuestionamiento que hizo en su momento, es el mismo que surge ahora. Y aunque no hay una respuesta clara, Franco nos recuerda que debemos contribuir al progreso de esta industria que est&aacute; perdiendo su identidad.

5 minutos para conocer a Franco Moschino, un radical de la moda

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