El MoMu de Amberes inaugura la retrospectiva del diseñador belga. Kaat Debo, curadora y directora del museo, nos cuenta los detalles.

El 31 de marzo, el Museo de Moda de Amberes (MoMu) invita a redescubrir una faceta olvidada del dise&ntilde;ador m&aacute;s misterioso de la historia. Durante seis a&ntilde;os, el belga Martin Margiela llev&oacute; las riendas creativas de una de las firmas francesas m&aacute;s famosas y lujosas de mayor tradici&oacute;n, Herm&egrave;s. Este periodo, que no se tiene muy presente en la memoria colectiva de la industria, fue de los m&aacute;s fruct&iacute;feros y determinantes para la legendaria maison francesa y el elusivo creador. &quot;Creo que la gente no recuerda mucho esta &eacute;poca porque suced&iacute;o antes del Internet&quot;, afirma Kaat Debo, curadora y directora del MoMu, en entrevista exclusiva para L&#39;Officiel M&eacute;xico, &quot;por eso decidimos mostrarlas&quot;.

Entre 1997 y 2003, Margiela cre&oacute; 12 colecciones consecutivas para Herm&egrave;s, y de forma paralela continu&oacute; con el trabajo para su marca, Maison Margiela. &quot;El mayor reto fue mostrar c&oacute;mo estos mundos, que parecen tan diferentes, claramente son el trabajo de un solo creador&quot;, dice Debo. El recorrido trata de demostrar que las piezas de ambas firmas surgen de un mismo proceso y del inter&eacute;s de su autor por la moda, la sastrer&iacute;a, el corte y la artesan&iacute;a. &quot;Esa es una de las razones por la que decidi&oacute; dise&aacute;r para Herm&egrave;s&quot;, afirma Debo, &quot;por la posibilidad de trabajar con los mejores artesanos, estudios, materiales y, claro, con un presupuesto mayor&quot;.

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El dise&ntilde;ador logr&oacute; diferenciar muy claramente su estilo para cada firma. En Maison Margiela, su forma de abordar la construcci&oacute;n de una pieza era m&aacute;s conceptual, casi did&aacute;ctica. Deconstruir y experimentar era esencial: a menudo presentaba el interior de una prenda por fuera, por ejemplo. Por el otro lado, en Herm&egrave;s, su intenci&oacute;n fue la de crear un armario definitivo para la mujer; con terminaciones exquisitas, pero siempre tomando en cuenta el cuerpo, por lo que favorec&iacute;a una silueta m&aacute;s natural, fluida, con m&aacute;s espacio. Casi como si este fuera el resultado del trabajo de investigaci&oacute;n realizado en su firma. &quot;Al principio, muchos periodistas se decepcionaron, pues esperaban que fuera muy avant garde. Deseaban que deconstruyera la Birkin o experimentara con el carr&eacute;, pero, como dijo un periodista de la &eacute;poca, &#39;fue la normalidad lo que result&oacute; un shock&quot;, dice Debo. Sin embargo, en las sutilezas y en los detalles se esconde el genio &mdash;y la modernidad&mdash; de sus creaciones para la casa francesa.

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&laquo;&nbsp;Eran piezas que ten&iacute;as que usar o tocar para entenderlas,&nbsp;era un trabajo que respiraba un gran respeto por la mujer. Fue un verdadero dise&ntilde;ador feminista &nbsp;&raquo;.

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Para la conformaci&oacute;n de un armario atemporal, decidi&oacute; dejar de lado los colores brillantes, estampados y aplicaciones (todos elementos distintivos de Herm&egrave;s), y trabaj&oacute; solo con un esquema de colores muy b&aacute;sico, que &eacute;l llamaba las tonalit&eacute;s,&nbsp;los cuales iban del blanco al negro, pasando por grises y marrones. El enfoque de sus dise&ntilde;os se volc&oacute; hacia la tactibilidad y el confort. &quot;Creo que tambi&eacute;n eso hizo dif&iacute;cil a los periodistas apreciar la colecci&oacute;n. Eran piezas que ten&iacute;as que usar o tocar para entenderlas&quot;, dice Debo, &quot;era un trabajo que respiraba un gran respeto por la mujer. Fue un verdadero dise&ntilde;ador feminista&quot;. Sin dejar de romper esquemas, usaba mujeres maduras en sus pasarelas, pues dec&iacute;a que sus creaciones &quot;no eran para ni&ntilde;as de 16 a&ntilde;os&quot;. Estas reflejaban el paso del tiempo en el cuerpo de la mujer idealizada de juventud enterna; luchaba contra esta obsesi&oacute;n de la moda y le daba a las mujeres reales ropa en la que disfrutar&iacute;an vivir.&nbsp;

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Para mostrar este enfoque tan particular, el recorrido presenta m&aacute;s de 100 looks de los archivos de Herm&egrave;s y Margiela, los cuales eran un di&aacute;logo cronol&oacute;gico entre las piezas y dan cuenta del camino del creador durante esos seis a&ntilde;os tan particulares. Con la bendici&oacute;n y colaboraci&oacute;n del mismo Martin Margiela, esta nueva exposici&oacute;n logra ofrecer un viaje iniguialable por la visi&oacute;n de un hombre que decidi&oacute; poner a la mujer &mdash;y al savoir faire&mdash;antes que todo.&nbsp;

Margiela: The Hermès Years

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