Pierre Bergé, una vida al lado de Yves
En los primeros minutos del documental L’amour Fou (2010) de Pierre Thoretton la emoción invade la pantalla. Vemos las imágenes del funeral de Yves Saint Laurent quien murió en 2008. Pierre Bergé, orgulloso, rinde el último homenaje al hombre con quien compartió 50 años de vida. Su turno para reencontrarse con él, llegó hoy 8 de septiembre. Bergé será recordado como un hombre comprometido y leal a sus promesas. En octubre, dos museos —uno en París y otro en Marruecos— dedicarán su espacio a Yves Saint Laurent. Estos proyectos podrían considerarse regalos de despedida a la humanidad que continúan forjando la leyenda de Yves, el amor de su vida.
Nacido en Charente-Maritime en 1930, hijo de un recaudador de impuestos y una maestra; desde temprana edad dejó en claro que era una persona que iba en contra de la corriente. A su llegada a París a los 17 años, se convirtió en periodista y descubrió las noches salvajes de Saint Germain-des-Prés, haciéndose amigo de intelectuales como Albert Camus, André Breton y el pintor Bernard Buffet de quien se enamoró perdidamente y mantuvo una relación que duró 10 años. Con el tiempo, descubriría su talento nato para los negocios. Pero fue su encuentro con Yves Saint Laurent en el funeral de Christian Dior, lo que cambiaría su vida. Juntos construirían un imperio al lanzar la casa YSL en 1961. La moda no era lo único que tenían en común, ambos eran grandes coleccionistas de arte, y a través de los años, convertirían su departamento de la calle Babylon en una oda a la belleza, en un pequeño museo. En 2009, Pierre Bergé se separaría de la colección en una subasta que vendió 374 millones de euros y que quedó registrada en el documental de Thoretton.
La mayor parte de su vida se involucró en la lucha contra el sida, liderando Sidaction en 1996, apoyando a Act-Up y marchas de la comunidad LGBT. En 2010 se volvió inversionista de Le Mode Group. Reconocido por su seriedad, Bergé le deja Francia una herencia cultural que será recordada por las generaciones por venir.