Prada, el encuentro entre dos genios
La dualidad y la pluralidad se yuxtaponen en un nuevo Prada para buscar la armonía paradójica en la dicotomía. En una experiencia inmersiva, la colección se desarrolló dentro de una instalación de matices amarillos creada por OMA/AMO que surmege al expectador en un ambiente personal de carácter surreal. Bajo la dirección de casting de Ashley Brokaw, dieciocho modelos debutaron para colección, rodeadas de pantallas 360º con su nombre y número de look que vestian; la firma italiana anunciaba una nueva era de digitalización, la cual permitía admirar los detalles de las prendas desde ángulos diferentes. Innerte a la naturaleza de Simons, la música vuelve a ser el punto claro de partida, sumergiendo el imaginario de ambos diseñadores bajo el ritmo de Plastikman —el músico británico-canadiense Richie Hawtin— marcando la pauta del resto de la presentación transportándonos a un auténtico universo Sci-Fi.
La propuesta aborda el concepto del uniforme de una manera metafórica, como un regreso a lo esencial. Las diferentes nociones del uniforme –sentido de comunidad, representación visual de identidad, valores humanos compartidos– se traducen en una misma base. Base que después se complementaría con capas ligeras, sudaderas oversize y abrigos estampados. Por otra parte, la moda y el grafismo se encontraron nuevamente con un discurso estético creado por Peter de Potter, colaborador de Raf Simons desde hace varios años, quien disruptió las prendas con estampados gráficos que retomaron un diálogo entre la tecnología y la humanidad. Las prendas se abrazaban al cuerpo, sostenidas con la mano por las modelos en un completo gesto humano y característico de Miuccia Prada. Por otra parte, los estampados del archivo de la marca y los logos oversize fueron intervenidos creando un puente de conexión entre el pasado y el presente de la firma. Las cuales son acompañadas por un encuentro de palabras. Con ello, las ideas y monólogos internos se convierten en un diálogo, en otro evidente intercambio de ideas.
El tejido icónico de Miuccia Prada hizo nuevamente una aparición, el re-nylon, la fibra sintética utilitaria por excelencia la cual estuvo acompañada de jersey, satín bordado, taffeta chiné. La yuxtaposición de tejidos revoluciona la interpretación de cada prenda, transformándola de sofisticada a pragmática y viceversa. Sobresalen vestidos rectos, faldas en A en tonos de rosa, negro y amarillo. Las sudaderas estampadas oversize, prendas favoritas de Simons surgen bajo el lente Prada. ¿El toque final? El ugly chic de Miuccia Prada. Kitten heels en morado, azul y naranja complementaron cada atuendo a la perfección.
La humanidad y el ser humano se pierden entre sí inevitablemente ante una realidad incierta y para la firma italiana fue justamente eso, una auténtica reacción antes los sucesos a los que nos enfrentamos en el mundo y una invitación a la reflexión. La nueva mancuerna creativa confirma con su primera presentación que sus imaginarios creativos han llegado a nuevas alturas juntos.