El tiempo pasa y los días, meses y años han sido testigos de la evolución de la comunidad LGBTTTIQ en México. Aún carente de una historia oficial, este movimiento se vale de sí mismo para auto reconocerse. 

&iquest;Qu&eacute; tiene en com&uacute;n con la industria de la moda? Sencillo, ambas est&aacute;n en un proceso de autodescubrimiento y es en este ejercicio de introspecci&oacute;n permite conocer a los personajes m&aacute;s importantes que forman parte de una historia en plena escritura y que definitivamente ayudan a que las generaciones m&aacute;s j&oacute;venes conozcamos m&aacute;s de nuestras ra&iacute;ces LGBTTTIQ.

Proclamada como &laquo;la reina de los homosexuales&raquo;&nbsp;por la revista Sucesos en 1976, X&oacute;chitl es sin duda uno de los pilares en la historia de la comunidad LGBTTTIQ en M&eacute;xico. Su estrecha relaci&oacute;n con las esferas del poder e incluso la amistad con estrellas del cine de Oro como Mar&iacute;a F&eacute;lix le valieron para colocarse no solo como una de las travestis m&aacute;s poderosas del ambiente gay local, sino que fue la madre de muchos j&oacute;venes que encontraron en ella una luz al final del t&uacute;nel.

Su mitificaci&oacute;n comenz&oacute; con ella misma, ya que incluso Carlos Monsiv&aacute;is la menciona en su antolog&iacute;a de cr&oacute;nicas llamada A ustedes les consta. No obstante, fue gracias a la investigaci&oacute;n de Guillermo Osorno en el libro Tengo que morir todas las noches que podemos saber c&oacute;mo es que este personaje se convirti&oacute; en lo que fue, una diosa egipcia que brillaba gracias a un traje de Cleopatra que iba ataviada de &laquo;seis levantadores de pesas vestidos como figuras de Tarz&aacute;n (&hellip;) y tres bailarinas negras que esparcen p&eacute;talos&raquo;.

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“Una mujer corpulenta, morena, con peluca negra, siempre con peinados altos, muy maquillada, con los ojos grandes como platos y vestidos recargados que debían de pesar la mitad que ella misma.”

Seg&uacute;n el Obituario LGBTTTIQ mexicano, Gustavo Xochilteotzin naci&oacute; en Tac&aacute;mbaro Michoac&aacute;n en 1932 y fue un &laquo;legendario travesti, socialit&eacute; y personaje de fuerte arraigo entre las diversas agrupaciones travestis mexicanas&raquo;. Gustavo Ortega Maldonado era oficinista y seg&uacute;n Osorno era una &laquo;mujer corpulenta, morena, con peluca negra, siempre con peinados altos, muy maquillada, con los ojos grandes como platos y vestidos recargados que deb&iacute;an de pesar la mitad que ella misma&raquo;.

Su nombre es hoy leyenda, pero para convertirse en una instituci&oacute;n le cost&oacute; mucho tiempo. Despu&eacute;s de huir del odio de su padre, se refugi&oacute; en Quer&eacute;taro, donde comenz&oacute; su vida dentro del ambiente. Debido a problemas con una fiesta clandestina, X&oacute;chitl se refugi&oacute; en la Ciudad de M&eacute;xico donde tuvo el primer contacto con la moda, ya que se hizo de una gran amistad con el dise&ntilde;ador mexicano Gene Matouk y Julio Ch&aacute;vez, quien seg&uacute;n Osorno le permiti&oacute; construir el personaje glamuroso y extravagante que cautiv&oacute; (y sigue cautivando) a toda una generaci&oacute;n gay en el M&eacute;xico de los setentas.

Su gran controversia procede de su gran poder&iacute;o dentro de las esferas gay en Ciudad de M&eacute;xico y su gran relaci&oacute;n con poderosos pol&iacute;ticos mexicanos. Alonso Hern&aacute;ndez, cronista e historiador gay comenta que X&oacute;chitl se inspir&oacute; en &laquo;el arte floral para crear su personaje&raquo;&nbsp;y recalca, &laquo;X&oacute;chitl utiliz&oacute; los hilos del poder como madrota para proteger a ciertas personas trans y proteger algunos espacios gays, pero tambi&eacute;n utiliz&oacute; esos hilos para castigar a algunas hijas mal portadas&raquo;.

Alonso invita a las personas a ver a X&oacute;chitl como una persona real y dejar de lado el mito en ella &laquo;fue una gran madre para muchas trans, pero tambi&eacute;n fue un gran demonio para otros activistas, ya que incluso fue denunciada por no apoyar el movimiento en su momento, aunque ella despu&eacute;s se disculp&oacute;&raquo;.

Sin duda el personaje de X&oacute;chitl es uno de los m&aacute;s bastos en cuanto a an&eacute;cdotas, opiniones y referencias literarias. Incluso el mismo Osorno ha comentado que para conocer a detalle la historia Xochitl se necesitar&iacute;a un libro entero y no es para menos, pues es y seguir&aacute; siendo una clave esencial para conocer un poco m&aacute;s la historia de nuestra comunidad LGBTTTIQ.

Xóchitl, la reina de los homosexuales

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